POÉTICA
Un equipaje sobrio
-una escueta sintaxis despojada
y dos pronombres falsos-
para un fin de milenio. Inservible el amor:
ése es el tema. ― ¿Acaso no me oyes?
¿No basta imaginar que oyes cómo escribo
para que me parezcan
rentables el hastío y la escritura?
― Desherédame, lengua. No te sirvo.
No acudo a las palabras limpiamente.
Sólo acaricio aquéllas que me queman
Y que saben a labios o a odisea.
Sólo quiero adular a la familia
de las palabras muertas del amor.
Será inútil seguir. Queda sólo un pronombre.
(De carpe noctem, 1994).
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