viernes, 24 de febrero de 2017

XVI AULA DE POESÍA OLULA: Prólogo de ELVIRA SASTRE: " La puerta al bosque".


ELVIRA SASTRE

PRÓLOGO DEL CUADERNILLO DE BENJAMÍN PRADO

LA PUERTA AL BOSQUE
Por Elvira Sastre

Benjamín Prado no desconoce que su nombre guarda todas las palabras que se precisan para sobrevivir. Él lo sabe, por suerte, y cualquiera que lo lea es capaz de comprenderlo al momento. Pienso en Benjamín e imagino una mano tendida, la puerta abierta a un bosque verde y frondoso, los ojos de un niño que aún no sabe lo que es un muro.

Benjamín es un Hermes contemporáneo: es un mensajero imprescindible. Parece, a veces, que parte los océanos en dos con la punta afilada de su pluma y rescata, así, todos los mensajes atrapados en botellas de cristal y lanzados al mar. Dicho de otro modo, Benjamín Prado no nos salva, no se coloca delante de nosotros dispuesto a recibir el aguijón de la nostalgia que no termina de clavarse. Benjamín se pone a nuestro lado y, con una caricia fuerte, dirige nuestra mano y escribe palabras como reloj, corazón o incendio, y lo que antes carecía de sentido ahora guarda una historia.

Sus poemas son guardianes de la noche, espías de los rincones, la mano que mece la barca. El idioma de la poesía de Benjamín es común a los que sueñan con los ojos abiertos y ven en las hojas de los árboles cientos de pájaros.

Benjamín escribe «ya no es tarde» y tú sabes que todavía es pronto. Escribe «el amor es cuidarnos» e irremediablemente se escapa una caricia de tus manos. Escribe «nunca fui más lejos que al dejarte marchar» y quieres darle un beso a la tristeza. Escribe «yo solo puedo estar contigo o contra mí» y comprendes que tú solo puedes estar con su poesía y con él, en cada poema, en cada mano tendida.


Segovia, 28 de marzo de 2016.

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