IOANA GRUIA. ENTRE EL DESARRAIGO Y LA ESPERANZA
Por Teresa Gómez
Ioana es una mujer luz cuya mirada ilumina el espacio que ocupa. Irradia la energía de las mujeres que han construido su propio universo y la belleza de una fuerza atávica y telúrica que emana de los lejanos territorios que ya comenzaran a conquistar mujeres como Hipatia o Safo de Alejandría. Ella atesora esta fuerza enigmáticamente trenzada con una fragilidad extrema hasta ser capaz de construirse una habitación propia.
En esta habitación propia, Ioana ha buscado su voz y no ha dejado un solo cajón sin escudriñar y en todos ha hallado emoción, reflexión, conocimiento, belleza y pasión. Ha encontrado imágenes y música en el cajón de la poesía; pero también ha abierto el cajón del relato y ha encontrado poesía e historias; y ha abierto el de la novela y ha encontrado historias y dolor; y el del ensayo donde estaban los maestros y el pensamiento. No escatima esfuerzos para conocerse y hacerse conocer.
La música, las imágenes, las ideas y las emociones le asaltan en español, tal vez porque ya lleva veinte años construyendo su identidad compleja en esta lengua -o quizá habría que decir sus identidades-, amando y amando la literatura en español. Pero en su español vibran acentos y matices que nos llevan desde Bucarest a Granada, desde París al río de la Plata, volviendo siempre a Granada donde la poesía se respira con el aire, y el aire emana el aliento de los poetas que recorren sus versos, Lorca, Eliot, Montale, John Asbery, Walter Benjamin, Silvia Plath, García Montero o Ángeles Mora.
Es fácil dejarse seducir por la mujer vital, risueña, apasionada y bulliciosa que encontramos en Ioana; mas junto a su dulzura, nos ha entregado sus versos como herramienta para ahondar en su pasado, y poco a poco vamos descubriendo el miedo, la angustia y el desarraigo agazapados tras su luminosa sonrisa, porque Ioana es poliédrica. Sus poemas revelan una verdad inquietante que cae sobre nosotros golpeándonos. Dejan al descubierto la cicatriz de una mujer herida que arrastra la tradición poética y narrativa desde la antigüedad clásica hasta nuestros días.
En la selección preparada para este cuadernillo navegamos en los remansos más tranquilos de su obra poética. A la canción para un instante donde resuena William Wordsworth recordándonos que la belleza permanece en el recuerdo "Y aquel instante pájaro, ya lejos,/ tendió hacia mí sus brazos en el aire", le siguen poemas donde el miedo al paso del tiempo la llena de incertidumbre "el traje roto/ de la vejez y sus miserias" o poemas donde se entrega sin condiciones al amor y la sensualidad, a la nostalgia y la melancolía. Se cierra el cuadernillo con un canto de esperanza y una declaración explícita de amor a la poesía. La poesía como refugio, la casa poema.
En todos y cada uno de sus versos, con el sencillo recurso de la emoción, con su autenticidad radical, Ioana consigue hacernos creer que todo aquello que nos está contando, lo hemos sentido en nuestra propia vida.
Granada, 7 de abril de 2017.
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